Un recurso seguro en el mundo de la cirugía plástica son los implantes
mamarios, que no son más que prótesis especiales de diferentes formas y
volúmenes para aumentar los senos, con una cicatriz mínima. El uso de estos
implantes rellenos de silicón en gel fue aprobados por la FDA de los Estados
Unidos después de 10 años de estudios y seguimiento, desde noviembre del
2006, lo que hace que el uso de estas sea seguro.
A nivel estético, usamos estos implantes cuando la mujer tiene senos pocos
desarrollados, cuando hay pérdida del tejido mamario después de lactar o de
embarazarse, o, simplemente, cuando la mujer quiere mejorar el aspecto de
sus senos. También tienen sus aplicaciones en la cirugía reconstructiva, como
por ejemplo, en pacientes mastectomizadas.
Es fácil identificar a una buena candidata a este procedimiento quirúrgico.
Comienza con la valoración del aspecto psicológico, en donde el auto-estima
se ve afectada, bien sea porque se tiene poco volumen, o porque con el paso
de los años o por el embarazo quedaron afectados, o, hasta por el hecho de
que la ropa no le sienta bien.
Hay estudios en los que se resalta el alto grado de satisfacción a nivel físico,
sexual y hasta psicosocial en pacientes que se han realizado este tipo de
procedimiento. Algo importante a resaltar es que el resultado rápido influye
en este sentimiento de bienestar y equilibrio.
Entre otros mitos, propios de un procedimiento relativamente nuevo y que
causa la curiosidad a nivel general, podemos describir los siguientes:
1- “Que es perjudicial a la salud”: se han realizado algunas
investigaciones cuyos resultados no lo relacionan con malignidad o con
enfermedades autoinmunes.
2- “Que no se puede lactar”: al momento de realizar esta cirugía, no se
intervienen los ductos mamarios, por ende, no afecta la lactancia.
3- “Que no se puede subir en aviones porque la presión explota los
implantes”: la altura no influye, y, si llega a pasar, el gel que contienen
es cohesivo, ósea, no extravasa.
4- “El tiempo de duración del implante”: años atrás, los implantes
tenían una recubierta poco duradera, pero en la actualidad los
implantes de última generación no tienen ese problema; sólo
recomendamos chequeos periódicos como medio de control.
Este es uno de los procedimientos más comunes en la rama de la cirugía
plástica, y, según la última estadística, realizada por la (ASAPS) Aesthetic
Plastic Surgery Society, en el año 2011 se efectuaron, aproximadamente,
316,848 intervenciones de este tipo.
La recomendación más importante que podemos dar a aquellas personas que
piensan someterse a este tipo operación es que escojan un cirujano plástico
que esté afiliado a la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica (SODOCIPRE),
quien le aclarará todas sus inquietudes, y que le exija el nombre y la
certificación de garantía de sus implantes.